ellas_2021_01_15

26 15.01.2021 ELLAS ENTRE NOS FAMILIA Obesidad infantil enpandemia Con los niños en casa y aislados, el acceso a oportunidades y entornos que apoyan la ac- tividad física disminuye. por: AnaGabriela Lucas Quintero Pediatra C ada mañana, Olivia, de 8 años, se levanta con la sensación de que ese día será muy parecido al anterior. Como en “piloto automático” va al ba- ño a lavarse la cara y los dientes, se quita el pija- ma y se pone ropa cómoda para estar en casa. Luego se dirige a la cocina donde la está esperando el desayuno. Comoen losúltimosmeseshaestadounpoco triste, la abuelita, que se encarga de su cuidado mientras los pa- pás trabajan, intenta levantarle al ánimo preparándole sus desayunos favoritos, por lo cual está comiendo más fritura y dulces que de costumbre. Se han convertido en una norma los desayunos con tortillas, carimañolas y/o empanadas y con mayor frecuencia le ofrecen panque- ques y wafles con bastante crema de avellanas y choco- late. Luego de este desayuno, se sienta a pintar unos libros que le regalaron en Navidad. Tan solo minutos después, se levanta y se sirve un vaso de leche y unpar de galletas, que la acompañan mientras termina su obra de arte. Y así, a lo largo del día toma varios descansos de sus ac- tividades, los cuales aprovecha para darse una vuelta por la cocina y tomar algún snack . La mamá de Olivia comenzó a preocuparse porque notó que su hija estaba ganando peso de manera muy rápida y la vio comiendo más de lo que acostumbraba. Diceque intentasiemprecompraralimentossaludables, que no falten las frutas y los vegetales en la casa, pero muchas veces no le alcanza el tiempo para prepararlos y termina muchas veces pidiendo o haciendo alguna co- mida rápida. Esta anécdota de la familia de Olivia puede sonar fa- miliarparamuchos.Comoella,muchosdemispacientes han experimentado cambios importantes en su diario vivir en el transcurso de 2020. En mi consultorio, durante el primer mes de la pan- demia, noté una tendencia que esperaba que se mantu- viera: las familias se estaban desacelerando, pasaban mástiempo juntosymuchasveces loaprovechabanpara preparar la comida en lugar de comprar comida rápida. Sin embargo, al prolongarse la cuarentena, empecé a notar que se perdían las rutinas, que había un creciente estrés en los hogares, se elegían cada vez alimentos me- nos saludables y los niños realizaban cada vez menos actividad física; el conjuntodecondicionesperfectaspa- ra que aumenten las tasas de obesidad infantil. Los cambios a los que tuvimos todos que enfrentar- nos fueron drásticos y repentinos, y en muchos casos contribuyeronaestilosdevidamenos saludablesque los de antes. Tuvimos que adaptarnos a una nueva realidad, los ni- ños dejaron de ir a la escuela, los padres comenzamos a trabajar desde casa y cada uno hizo lo que pudo con las herramientas que tenía en esemomento. Se perdió gran parte de la estructura a la que estábamos acostumbra- dos y sobre la cual teníamos nuestra vida funcionando. Por otro lado, las familias hemos experimentado es- trés por el aumento del desempleo, suspensión de con-

RkJQdWJsaXNoZXIy Nzk3OTIx