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23 11.09.2020 NOCHES LATINAS PARA CRECER EN PANDEMIA A inicios de la pandemia, las restricciones en laGranManzanapermitíanque los restau- rantes solo atendieran pedidos para recoger en el local o por delivery . No se podía atender adentro. Las ventas bajaron hasta un 60%, cuenta. Tanto ella como su familia contrajeron Covid-19. “Gracias aDios fue leve”, agradece. Luegoderecuperarse, empezóaabrirel local porun máximo de seis horas diarias para probar cómo se de- sarrollaba el negocio. La gente compraba con mucho temor. Algunos le pedían las friturascrudasparacocinarlasencasa. “Me pregunté como sobreviviríamos. Me puse triste, pero graciasaDios,mi esposoymishijos, pormuy down que me ponga, me animan. Me dijeron que todos estamos pasando por esto y que tratemos de hacer lomejor po- sible”. Desde hace algunas semanas, con la reapertura, el gobierno estatal optó por cerrar las calles los fines de semana para que los restaurantes colocaran mesas y sillasafueradesuslocales.Losviernes,luegodelas5de la tarde, y sábadoydomingo luegodelmediodía, laave- nida se convierte en una peatonal. El instinto de comerciante de Karla empezó a con- siderar maneras de hacer crecer el negocio, aun en tiempos complicados. “Se me ocurrió poner música. Mi hija me dio la idea de hacer una noche latina. Por internet, encontréaundjpanameñoyviene los finesde semana.Yatepuedes imaginarcuandoponemúsicade carnaval, los panameños enloquecen. Ha sido un éxito. Ahí llega el blanco, el negro, el asiático, el panameño. Todos bailan, comen y disfrutan. Es un intercambio de cultura único”. Los restaurantes de al lado tam- bién se benefician de esta iniciativa. “Como no vendo alcohol, la gente va a los locales de al lado y le compran tra- gos. Los otros comerciantes me han dicho, ‘oye, trae al dj, que me tuviste vendiendo toda la noche’. Nos bene- ficiamos todos”. La venta ha subido un poco más. Karla ve que poco a poco, la situación mejora. Comomujerdueñaderestaurante, cree en la importanciade visibilizar el trabajo femeninoenesa industriayen confiar en las ideas propias. Comenta que aunque al principio tuvo muchas dudas, que surgían al escuchar a per- sonas cercanas que no creían que un restaurantede comidapanameñapu- diera tener éxito enNueva York, nun- ca se rindió. “Al principio llegué a du- dar de mi capacidad y quise guindar los guantes. Mi esposo y mis hijos me animaban, decían que yo era un ejem- ploparaellos. Soyde laspersonasque habla y se responde asímisma. Decidí seguir adelante”. ELLAS.pa

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