ellas_2020_08_28

24 28.08.2020 en empresas de moda, sentía que ese en- torno laboral ya no le llenaba como sí lo hacía el referente al vino. “Recuerdo es- tar llorando con mis papás porque tenía vergüenza, me sentía culpable. Me dije- ron que mucha gente no ejerce lo que es- tudia, que no le quitara crédito a toda mi educación, sino que tratara de ver cómo hacer el cambio de industria con los co- nocimientosqueya tenía. Eseconsejome ayudó mucho porque trabajé duro hasta ver dónde podía conseguir una oferta de trabajo. El apoyo de ellos fue incondicio- nal”. Con su experiencia laboral en páginas web consiguió trabajo en una tienda de vinos online llamadaWineCellarage. Em- pezó como asistente y al año ymedio la promovieron a gerente de marketing . Cuenta que ese empleo le per- mitió empezar a adquirir conocimientos sobre nom- bres de vinos, tipos de uva y regiones vinícolas, de- talles valiosos para alguien que, como ella, era nueva en esemundo. “Trabajaba con personas que tenían mucho cono- cimiento. Ahí decidí empezar con el entrenamiento. Me dije que si no me empezaba a educar, no podría seguirle al ritmo a esta gente”, cuenta la panameña. En 2015 obtuvo su primera certificación de som- melier en la asociación Sommelier Society of Ameri La ‘sommelier’ ha hecho catas a grupos que se reúnen en restaurantes para celebraciones de cumpleaños. ca. Para obtenerla, tomó clases después del trabajo durante cuatromeses. Cataba diversas botellas de vi- no a la semana y estudiaba teoría. Para esa primera certificación, serecomiendanunas 10mil horasde tra- bajo o de estudio. Lydiaestácursandoel cuartonivel decertificación, al culminar podrá aplicar al título de master of wine , calificación emitida por el Instituto deMasters of Wi- ne enel ReinoUnido considerada comounode losmás altosestándaresdeconocimientoprofesional.Actual- mente solo existen 390 masters of wine en el mundo. “Es básicamente un doctorado, debes hacer una tesis; por tu cuenta debes viajar alrededor del mundo, co- nocerenólogos. Puede tomarhasta 10añospoderapli- car al examen, pero eso no quiere decir que lo pasa- rás”. EN ESPAÑOL, POR FAVOR Lydia no suele ver personas como ella en su indus- tria. Cuenta que sus características son opuestas al perfil que suelen tener los sommeliers en su entorno, usualmente hombres mayores o europeos. “Diría que en los últimos dos años se han dado cuenta de que fal- tan oportunidades para gente que viene de otros lu- gares. Ahora se otorgan becas y eso es importante. Siempre me he preguntado si el vino es tan diverso, que viene de distintas partes del mundo, ¿cómo es po- sible que los expertos en este tema sean todos igua- les?”. Ser tan única en su sector le permite tener opor- tunidades que ha sabido aprovechar. Al ver que era unade laspocasensuáreaenhablarespañol y toparse con gran cantidad de latinos interesados en aprender de vino, que preferían a alguien como ella para que les hiciera catas en su idioma, decidió fundar Vino Con- cierge,suemprendimientoquesededicaaofrecerser- vicios en educación de vino, catas y consultorías. EN REEMPLAZO DEL ‘HAPPYHOUR’ Como explica Lydia, la relación con el sommelier suele ser cara a cara. “Estamos juntos en un restau- rante, revisamos el menú, me piden lo que necesitan y yo doy la información”. En su trabajo con la firma Colangelo & Partners, participabadecatasprofesionaleshastapara300per- sonas, clases grupales o retiros corporativos. Ahora todo se ha vuelto virtual. Algunas compañías de tec- nología la contactan interesados en armar paquetes para que guíe una clase virtual para sus empleados. ‘QUIERO LLEGAR A UN PUNTO EN MI COMPAÑÍA DE SER YO QUIEN DE BECAS. EN PANAMÁ HAY GENTE INTERESADA EN APRENDER’ ELLAS ENTRE NOS

RkJQdWJsaXNoZXIy Nzk3OTIx