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ellas_2021_09_24

10 24.09.2021 CAFÉ CON TECLAS ELLAS.pa [email protected] @cafeconteclas NO LE PEGUEN AL PISO UNA BREVE HISTORIA SOBRE RESPONSABILIDAD PERSONAL. SARITA ESSES E l pobre piso no hizo más nada que existir. Estaba ahí, destina- doaserpisadoymaltratado,por pies descalzos, zapatos sucios, patines, patinetas y bicicletas coladas.Nuncasemetióconna- die,peroporalgunarazón,cuandomiher- manito se tropezaba, resbalaba o caía, y explotaba en llanto, mi mamá lo calmaba –o distraía- agachándose a su lado, y ex- clamando: “¡Piso malo! Pau, pau piso”, y entreambosledabanunaspalmadas. Esa es una de las maniobras que las madres –no solo la mía- a veces conjura- banensurol deprotectoras. Años después, en una clase de sicolo- gía en la universidad, escuché a la profe- soraconfirmaralgoqueyoyamesuponía: no hay que hacer eso. Pegándole al piso estás trasladandode forma injusta la res- ponsabilidad de lo sucedido. Desquitarse de esa manera, además de no tener sen- tido, desata sentimientos negativos, en vez de permitir manejarlos de una forma asertiva. No digo que no hay que tener empatía con los niños, pero sí opino que hay que enseñarles desde pequeños que a veces suceden cosas que nos duelen o no nos gustan, y hacerles énfasis en que si se caen, NO es culpa del piso. A la próxima, que no corran descalzos sobre un suelo mojado. Afortunadamente, mi hermano creció a ser una persona juiciosa y responsable, no así millones de otras personas con quiennos tocacompartirel planeta. Ya lo he dicho como 20 veces, pero lo diré una vez más: las redes sociales pue- denser increíblemente tóxicas. Peroalgo buenodeexplorarelmundodigitalesqueme permitetomarleelpulsoaloqueaconteceen el mundo, y más importante aún, lo que transpira adentro de la cabeza de las perso- nas. Loquehedescubiertoesquecadaesmás infrecuente vivir algo en la privacidad de tu círculo cero. Y que algo quede dentro de los confines de tu cabeza, es algo irónicamente impensado. NopuedespisarunLegoynocompartirtu desdicha con el mundo. Y aparte de todo, echarle laculpaal Lego. Aloquequierollegarcontodoestoesaun videoquevi haceunassemanas.Unaseñora mórbidamente obesa estaba quejándose de la imposibilidad de conseguir una toalla que cubrierasucuerpocompleto. Esto ocurrió en Estados Unidos, y en dis- tintos fragmentos de su video, mostraba los diferentes almacenes que visitó y cómo las toallasqueofrecíanalcanzabanapenaspara envolver la mitad de su circunferencia. Ex- clamó airada que esto es gordifobia (no sé si existeestapalabraenespañol,ocómosetra- duce loqueenrealidaddijo: fatphobia). Aesta señora, ya todas las que soncomo ella, quiero decirle que deje de pegarle al pi- so. Si quiere una toalla que le quede, que ha- ga dieta, cuide su cuerpo, adquiera hábitos más sanos y que adelgace. Si está conforme consuapariencia, ynoquiere seguirmi con- sejo, entonces que use las toallas que hay y dejedequejarse. Aunque siempre hay espacio para corre- gir lo que debe ser mejorado, somos noso- tros los que debemos de acoplarnos; no es- perarqueelmundoseacopleanosotros.

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