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26 30.07.2021 CONVERSACIÓN ELLAS ENTRE NO briendo los gastos, incorporamos pronta- mente al personal porque queríamos ayu- dar a la reactivación económica del país. En la clínica trabajan entre 18 y 20 personas. ¿Considera que esmás fácil empren- der ahora que hace unos años? Esmuy fácil ahora en el sentido de que haymás variedad demateria prima, de que puedes regatear, buscar precios, hay infor- mación, publicidadmás económica y la gen- te está preparada para el emprendimiento. Cuando comencé conmi emprendimiento, lo primordial paramí era que quería sacar algo bueno, no si iba a ganar en el momento, yo sabía que eso iba a venir después, pero en el principio acogía ese emprendimiento conmucha confianza de que se iba a dar. Yo coopero con lamayoría de los empren- dimientos que han salido, desde la jalea de piña, chimichurri, desde los chicharrones, hasta lamuchacha que pinta una bata y le pone tu nombre. Todo eso lo apoyo. Aveces no lo necesito pero lo compro para que la gente pueda seguir desarrollándose. Ave- ces emprender ahora puede ser un poco más difícil que antes porque haymás com- petencia. Con su nombre Amada tiene una línea de cuidado facial, ¿cuándo decidió in- volucrarse en el negocio de los cosmé- ticos? A través de los años de trabajo, sentía que faltaba algo. Hacemás de 10 o 15 años, me fui tras una fórmula, es que amí me gus- ta innovar, inventar, mi casa parece como un laboratorio. Empezamos con una loción para el acné. Con el tiempo comencé a ver que funcionabamuy bien, y luegome salió otro producto, íbamos probando ymejo- rando. Nos hemosmantenido conservado- ramente, nunca apresurada, ni con interés de que el mío esmejor que el tuyo. Lomío es que funcione, que el paciente se sienta con- tento. Con el tiempo uno vamejorando y las pacientes van creando esa fidelidad. No tienen envase de lujo, no traen empaque, no quiero que el dinero se vaya en eso. Mi filo- sofía no ha sido nunca esa, sino que el pro- ducto sea bueno. Menciona que cuando comenzómu- chos la cuestionaron, ¿cómomanejó las críticas en esa época? Sufrí mucho en ese período cuando ini- ciaba. Al tercer año de estar trabajando, mi nombre sonaba. Algunos colegas -no todos-, resentíanmi presencia, algunos decían: “pero ella, mira con su cara daña- da”, “cómo pretende”, “¿por qué todo el mundo ahora dondeAmadita?”. Solo se lo comentaba ami mamá, ni siquiera a la au- xiliar con la que comencé trabajando, ha- ce 35 años. Algunas pacientes o amigas me decían que hablaban demí, demi cara de cicatrices, de que cómo estaba curan- do, de que se veíamal que yo vendiera equis producto, que diera una conferen- cia, o que estuviera hablando en la tv. Lle- gaba a la casa en las noches y le decía tris- te ami mamá: “ya vas a vermamá”. Lo primero que unamamá te dice es que no te preocupes, que todo va a pasar, que te va a ir bien, y yo le decía: “yo sé que con trabajo, con estudios y con inversión, comprando equipo, dando el mejor servi- cio, teniendo buena tecnología, voy a su- perar eso, yo lo voy a demostrar”. Doctora, menciona sobre unas cica- trices en su rostro... En 1973, cuando entré a estudiarmedi- cina, yo era una niña de pueblo. Venir a la ciudad, vivir en casa ajena, más el estrés de la Facultad deMedicina, me produjo un acnémuy severo. Coincidió con la muerte demi abuelo a quien quisemucho. Todo se conjugó y tuve un acné nódulo quístico severo y quedé con grandesmar- cas enmi rostro. Esas cicatricesme ins- piraron a estudiar esta carrera para ver cómo yome podíamejorar. Siento que fue un retomejorarme amí misma y apren- der para ayudar a los demás. Si no hubiera sido doctora o derma- tóloga, ¿a qué se hubiera dedicado? Acomerciante, a importar, a exportar, a producir en el país. Me gustamucho eso. En Instagram: @amaditapinzon08

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