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27 16.04.2021 ELLAS.pa les digo que si no está allí en agenda, no existe. Allí re- gistro absolutamente todo y lo maravilloso es que el teléfono celular me avisa: entregar tarea tal, reforzar matemáticas o cualquier asignación. Siento que sin esono soynada (ja, ja, ja). Por otro lado, estableceruna rutina de estudiar anticipadamente ha ayudado a no estar perdidas en las tareas, así como imprimir la pla- nificación de la semana y tenerla visible. EL CHAT DEWHATSAPP DE LOS PAPÁS Contraria a la experiencia de otras personas, para mí ha sido una herramienta valiosa. Allí recordamos cosas importantes y nos apoyamos, sobre todo en la clásica: “por favor, díganle a la teacher que nos acep- te”. CONFIANZAY EMPODERAMIENTOA ‘TU ESTUDIANTE’ (TUHIJOOHIJA) Esto ha sido muy importante y uno de los grandes aprendizajes del año pasado. Es posible que muchas mamás y papás proyectáramos nuestros miedos y te- mores en conductas como sobrevolar mucho a nues- troshijos, hastael puntodeestarsentadoenunasillaal lado de ellos durante todas las clases. Enmi caso, dejé eso; solté un poco el control y se los di a ellas, tanto a la mayor que está en tercer grado, comoa lasegundaqueestáenpre-kínder. Leshehecho entender que tienen que estar pendiente de sus cosas: conexiones, horarios, libros, útiles, trabajos, anotacio- nes, etc. Este año le enseñé a cadauna, de acuerdo a su edad, acómoconectarseyentrara laclase, quéhacerycómo buscar. La sorpresa ha sido muy grata, han sido bas- tante independientes. He tratado de que “simulen” co- mo si estuvieran en la escuela y enseñarles de quema- má no estará en la escuela cuando les toque ir presen- cial (eso incluye que si, por ejemplo, hacen un ejercicio y contestan algo mal, no se lo arreglo, esa es su nota real). LUGARYREGLAS Primero, se tuvoque acondicionar un lugar en la ca- sa para sus clases (que llamo un aula “multigrados”), en el cual ellas son responsables de algunas reglas: ha- cer silenciomientras dan las clases, no juguetes en esa área,nocomida,nochats,nocerrarpantallaosilenciar a compañeros omaestros, mantener suéter de unifor- me e iniciar las clases bañadas. Esto ha ayudado para que mentalmente ellas digan: “ok, estoy en la escuela, demi casa, pero escuela”. RED DE APOYO Defino como red de apoyo a la familia, la pareja, las abuelas, lasvecinas, los tíos, losmaestrosoprofesores, las nanas, las amigas, los tutores, los terapeutas, los psicólogosocualquierpersonaquepuedaayudaraque este proceso de escuela en casa se dé de la mejor ma- nera. Muchas veces he escrito amaestros un poco deses- perada con alguna tarea o tiempos de entrega y siem- pre han tenido una buena actitud y disposición. No tenganmiedo de pedir ayuda o simplemente lla- mar a una amiga para desahogarse, llorar, reír o gritar. La crianza de por sí puede ser abrumadora. Ahora, imagínense en el contexto pandémico y clases en casa. La escuela virtual ha sido una experiencia que ja- más pensé que nos iba a tocar vivir. Aunque ha sido compleja en muchos aspectos, también nos ha permi- tido valorar el trabajo de los docentes y estar más in- volucrados en el proceso de aprendizaje de nuestros hijos e hijas. Es una vivencia que siempre recordare- mos, es parte de la historia y ha sido una oportunidad para ver el potencial propio y de tus hijos e hijas, de lo que son capaces y de irmejorando constantemente. Hoy puedo decir que he pasado del “esto es una lo- cura”, al “sí se puede, aunque me salgan un par de ca- nas”. Todo vale la pena pormis hijas. ‘SENTÍ QUE SE ME CAÍA EL PELO, ME DABA DOLOR DE CABEZA Y ANDABA BASTANTE ANSIOSA Y ESTRESADA. TODO FUE MUY ABRUMADOR EN ESE MOMENTO Y DURANTE ALGÚN TIEMPO’ FOTO CORTESÍA Teresa Rodríguez de Navarrete

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