ellas_2021_03_26

16 26.03.2021 Ves aotrasmujeres embarazadas, ves noti- cias debebés abandonados y sufres en si- lencio. Yo iba aun centro comercial, veía una cuna ymeponía a llorar. De estopoco se habla yno tienes acompañamiento. La carga emocional era tan fuerteque el doctorme recomendóbuscar ayuda. Fui a unahipnoterapeutaparabajar unpoco la ansiedady el estrés, también recibí terapia porquenopodíadormir, llorabamucho,me deprimía. Con cada fracasoel fantasmade la infertilidadaumentaba. Me preguntaba cuántas veces lo iba a intentar. “Ysime acabo los aho- rros, ¿qué va apasar?”, pensa- ba. Decidimos cambiar dedoctor. Conel que teníame sentíadisgus- tada, él decíaque era elmejor, pe- royopensabaquehabía algoque él estabahaciendomal yqueno sedaba cuenta. Mi esposoy yonos planteamos la posibilidadde adoptar yhastahi- cimos todas las averiguaciones. Supimos queuna adopciónexitosapodía tomar entre cuatroa cincoaños. UN ÚLTIMO INTENTO Undíauna amigame contóque tambiénha- bía sufrido fibromas yme recomendóa su doctor, que además ofrecía facilidades de pago. Fuimos por nuestro sexto intento. Sentía quemi cuerponodabamás. Nos dijimos que sería laúltima vez. Recibímás estimulación ovárica. Logramos cuatroembriones, peroen la cita para evaluar el úteropara la transferencia TRATAMIENTOS ELLAS ESPECIAL DE FERTILIDAD LA SEXTA ES LA VENCIDA Nuestra idea eradisfrutar delmatrimonio, viajar y crecer ennuestras profesiones. Después de cincoaños de casados, empeza- mos apensar en los hijos. Fui con laginecólogaporque cuandome ve- nía el períodoel sangradoera excesivo. Ella medio laprimeradeuna seriedenoticias desagradables. El sangrado irregular era porque tenía fibromas. Ladoctorame explicóque eranvarios y muygrandes, sime los quitabapodíaperder el útero. Me refirióaotrodoctor que sugirióquitar- me el úteroporque los fibromas eranmuy grandes. Por seismeses buscamos opinio- nes deotros doctores. Lameta ahora era salvarmi útero. En2016pasépor unamiomectomía conun doctor que salvómi útero. Fue comouna ce- sárea. Unaprima tuvoa suhijoalmismo tiempo. Mientras ella tenía la cesáreade su segundobe- bé, amímehabían sacado unamasa, unabolaqueme impedía sermamá. El doctor nos advirtióque el miomapodría volver a cre- cer, por loque a los seisme- ses teníamos que empezar a buscar bebéde formanatu- ral. Lohicimos con segui- miento folicular; conun con- trol de los días fértiles. Pasó unañoynada. Acudimos aotrodoctor, unoespecialista en fertilización invitro. Nos sometimos a cinco procedimientos, dos de ellos con transfe- rencia embrionaria. Increíble la cantidadde inyecciones que recibí para aumentar la ovulacióny lograr varios embriones. Cada tratamiento fallidoeraunduelo. Cada cicloerauna carga emocional grande, tie- nes quehacermuchas citas almédico, inyectartehormonas. Cada cicloerauna es- peranzade tener bebé. Cadaunonos costó 5mil dólares. Invertimos todos nuestros ahorros,más ultrasonidos, yunmontónde cosasmás esperandoun resultado. embrionaria, los fibromas habíanvuelto. El doctor recomendó congelar los embriones. Memandómedicamentos paraque el útero estuviera listo. Por dosmeses los embrio- nes estuvieron congelados. Hicimos la transferencia con cuatroembrio- nes congelados. En la citade transferencia el doctor nos dijoestas palabras: “Yohago todo loquepuedo, vamos apedir aDios: Él decide”. Lo logramos. Tenía35años. Cuandounapareja infértil se embaraza co- mienzaunmayormiedo, el deperderlo, el deotro fracaso. YOMEDEMORÉ Nadiemedijoque si unoesperademasiado para tener hijos puede tener fibromas. Mi esposomereceunamedallade santo. Es más fuerte ymás espiritual que yo. No se derrumbaba, yome apoyaba enél. Cuando logramos el positivoélme cuidómás. Aun- que yoera laque tenía el problema -y va- rios-, yme sentía culpable, los dos termina- mos pasandopor esto. Cada resultadonegativoera como simurie- ra algodenosotros. Nos culpábamos, yome culpaba, esonos afectó. La relación se vuel- veuna tarea, “nos tocahoy” así estuviéra- mos cansados. Por esoes importante el acompañamientopsicológico. Nuestrohijoya tienedos años. Agradezcoal doctor JuanCarlos López por hacer posible tanta felicidad. Sineseúltimo intento, hoy no contaría estahistoria. +Anónimo. ’CUANDO UNA PAREJA INFÉRTIL SE EMBARAZA COMIENZA UN MAYOR MIEDO, EL DE PERDERLO, EL DE OTRO FRACASO’

RkJQdWJsaXNoZXIy Nzk3OTIx