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39 26.02.2021 LA BUENA SUERTE DE ALICIA JULIETA DE DIEGO DE FÁBREGA “ Así fue surgiendo el País de lasMaravillas / poco a poco; y una a una / el cincelado de sus extrañas peripecias… / Y ahora que el relato toca a su fin, / también el timónnos guíade vueltaal hogar; / ale- gre tripulación, bajo el sol que se pone ”. Surcando la tarde dorada. Lewis Carroll. Alicia en el país de las maravillas. Esgracioso, e incluso irónicoqueal leeruncuentopara niños la sensación inicial que nos embarga es que es un textofácildeescribir. ¿Quiénnopuede imaginarsealgo totalmente irreal y ponerlo en papel? A fin de cuentas “lasmentiras”sonmássencillasde inventarque laver- dad ¿O no? Quien sabe… la verdad no se inventa, sen- cillamente es. Y, muchas veces, nos cae gorda. Pero no vamos hoy a elucubrar sobre la honestidad al hablar, y otros detalles, sino sobre la maravilla que resultan ser los cuentos, tal y como aparece en el título de aquel tan conocido, que muchos hemos disfrutado en laniñez, yseguimosdisfrutandoaundeadultospor- que se nos hace imposible dejarle de buscar la “quinta pata al conejo”. Y todo gracias a un paseíto en bote por un río de Inglaterra con tres niñas inquietas con ten- dencia al aburrimiento. Y así, como por arte demagia, Alicia, una de las niñas, llega al país de lasmaravillas y con cadaminuto que pasa descubre algo nuevo. La historia recuerda al país de Oz, aquel que, igual que Las Aventuras de Alicia en el País de las Ma- ravillas , nace de los cuentos que un padre inventaba para sus hijos. ¿Y saben que hay quienes afirman que Oz viene de las letras que Baum vio en una de las gavetas de su archivador? ¡Qué va! Dudo quemuchos de ustedes ha- yan tan siquiera visto un archivador en el transcurso desusvidas. Peronohagamosenredoconesosdetalles hoy.Ni siquierapodemosafirmarqueescienporciento cierto o solo una leyenda urbana, aunque reconozco que suenamuy divertido. El casoesque conarchivador o sinél, conríoo sinél, consultánquedispongadeunaesposacadanocheono, los cuentos encienden en la mente esa maravillosa chispa llamada imaginación. ¿Yqué sería de estemun- do sin la imaginación? Pues, seguramente un espacio sin automóviles, sin aviones, sinmedicamentos, sin te- léfono y sin televisión y ¿sin internet? Porque, a fin de cuentas, todas las realidades actuales nacieron en la loca imaginación de alguien. Imaginación que, como vemos, no pasa de moda pues hay historias famosas que llevan más de cien años en el “top ten” de la lite- ratura infantil. ¿Será realmente infantil esa literatu- ra? Claro que no. Y he allí la magia. Surge un texto, dis- frazadode cuentoparaniños, y al hurgar unpoquito se despliega un enorme contenido filosófico/político/so- cial querecuerdaa lospañuelos infinitosque losmagos sacandel puño cerrado comopartede sus asombrosos actos. A través del tiempo he desarrollado una costumbre que me ha resultado muy divertida: antes de leerle un cuentoacualquierniño, lo leoyo. ¿Sabenporqué?Pues porque se me llena la cabeza de magia y cuando me sientoacompartirlo (confieso) aveces lequitoy lepon- go detalles que pienso que harán que mi público viaje también a un mundo mágico. Y así, entre voces que suben y bajan de volumen, ojos que se abren o se cie- rran ante los eventos que se despliegan; aclaraciones que quizás no vienen al caso, pero, a lomejor sí… todos podemos compartir la suerte de Alicia y viajar a nues- tro propio ´país de lasmaravillas´. “ He desarrollado una costumbre que me ha resultado muy divertida: antes de leerle un cuento a cualquier niño, lo leo yo. ” DEL DIARIO DE MAMÁ ELLAS ENTRE NOS Envía tus inquietudes y preguntas a: [email protected]

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