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21 16.10.2020 Uno de sus próximos proyectos será los workshops mensuales de alimentación terapéutica anti cáncer, con recetas para prevenir síntomas, regular la ingesta de azúcar, mejorar la digestión, entre otros. "Quiero dar más y aportar todos los meses del año a esta causa". En su búsqueda de maneras de vivir mejor, des- cubrió distintos tipos de terapias y empezó a probar- las. Balance de chakras, terapia bioenergética, reiki, fueron algunas de ellas. La terapia de liberación emo- cional, que le enseñó que hay puntos en el cuerpo que ayudan a relajar síntomas, y ellos a la vez te ayudan a balancear el cuerpo, fue con la que más se identificó. Se certificó en ello. Estos estudios los realizaba para su bienestar, co- mo algo personal. Sin embargo, cuenta que las per- sonasasualrededorempezaronanotarsuscambiosy apedirleasesoría.“Cuandoempecéenesto,mifamilia incluso pensó que me había cambiado de re- ligión porque ahora hablaba demeditación, la función de los grupos alimenticios, el impacto de las emociones. Para ellos era como una lo- cura, pero si nohacía esos cambios pormí, na- die los haría”. 'LAMAESTRÍADEMI VIDA' Desde los 23 años,Maritza acudedos veces al año a su cita ginecológica para realizarse susexámenesmédicosderutina.Enunadelas citas se realiza ultrasonido y en la siguiente, mamografía. En enero de 2019, su primera revisión del añosalióbien. “Mirandohaciaatrás,mehabía salido en la axila una espinilla. Me revisaron en dermatología y ginecología pero no era na- da relacionado con lasmamas”, recuerda. Dos meses después se cayó por unas esca- leras.Unode losgolpesquemásdolor lecausó fue en el seno derecho. Fue a revisarse. En un ultrasonido, encontraronunamasaensuseno que antes no estaba. Se realizó una biopsia. “Extrañamente me dio por ir a buscar los resultados yo misma cuando siempre pido que envíenmis exámenes direc- toamimédico. Recuerdoque fuea las 2:45p.m. Leí los resultados pero no comprendí qué decía, más bien pienso que mi segundo piso me protegió en ese mo- mento”. Esa tarde vio a su ginecólogo. “Las 7:45 p.m. de ese día marcó un antes y después de mi vida. Mi médico revisabamis exámenes, expedientes, yyono captaba. En un punto le pregunté: ‘doctor, ¿usted me está di- ciendo que tengo cáncer demama?’ Me dijo: ‘sí, mija’. Seme cayó el mundo”. La biopsiamostró que lamasa en su seno era cancerosa en estadío 2. Maritza, que durante la última década habíaconsumidoproductosnaturales, pasó a ingerirmedicamentos y a tener hasta cin- co doctores. Fue otro golpe emocional, pero sabía que su tratamiento era su prioridad. “El cáncer tiene una connotación emocio- nal, esoquieredecirqueyotengoque iraese punto para sanar. Comprendí que todo lo que venía haciendo por diez años me pre- paró, que estaba lista y que esta sería la maestría demi vida”. La operaron dos veces en menos de un mes y medio. “Supe que habría cirugías, se tomarían decisiones fuertes, días difíciles, queestaríaemocionalmentegolpeada, pero que tambiénhabía vida y esperanza. Enton- cesmeconcentréeneso, queríaestar sanay saludable y ese ha sidomi mantra”. Con los conocimientos que tenía, se en- focóenarmarunaestrategiaemocional, ali- mentaria y física. Armó un plan con los alimentos que co- mería, aquéhora los consumiríay sustituyó otros. “No es lo mismo comer para mante- nerse sano que tener una alimentación te- ELLAS.pa

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