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20 27.05.2022 “Embarazo normal hasta la semana 36 y después todo se complicó. En la consulta de la semana 36 se detectó que el líquido amniótico se había disminuido; me recetaron unas inyecciones para ayudar a madurar los pulmones de la bebé. Así lo hice, pero a la semana siguiente no sentía movimientos de Amelie. Acudí a urgencias y el diagnóstico fue: bienestar fetal incierto. Ese mismo día me practicaron una cesárea de urgencia. Amelie nació asfixiada, lograron reanimarla y fue sometida a una terapia de frío para evitar daño cerebral. Se enfrentó a: asfixia perinatal, hipoxia-isquemia (falta de oxígeno en el cerebro), hipertensión pulmonar, septicemia (infección en la sangre). Pasó 33 días en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Llegué a recibir la llamada que hacen los doctores para despedirse del paciente, pero, gracias a Dios, la historia cambió y es otra muy diferente. Los médicos y enfermeras en la UCI del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid lo intentaron todo, pero llegó el momento en que ya no podían hacer, medicamente, más nada por ella y fue aquí donde Dios hizo el milagro. No tengo forma de explicarlo. Amelie es un milagro de Dios. Al año de tener a Amelie creé este sitio web www.cuentosdemadre.com y posteriormente un podcast, para que otras mujeres, madres e hijas tengan aliento y fe; mucha fe. El podcast lo grabamos entre madre e hija y compartimos situaciones cotidianas”. LAMATERNIDAD DESPUÉS DE UNA PERDIDA Susie Dávila “2021 y 2022 marcaron un antes y después en mi vida. Soy coach de salud, nutrición y salud hormonal (@coachsusiedavila). Trabajo con clientes, su salud alimenticia y en muchos casos hormonal. En junio de 2021 descubrí que estaba embarazada de mi primer bebito, noticia que llegó con ilusión y alegría. Mi esposo y yo habíamos empezado a buscar hacía poco, recién casados, y Dios nos envió esta bendición prontito, ¡la gratitud desbordaba! Ese embarazo vino con hiperémesis gravídica (vomitar todo el día, perder peso y no retener alimentos). En agosto caí con Covid, conocí las fiebres altísimas y los dolores de la enfermedad en ese momento. Me hospitalizaron por deshidratación, luego de haber perdido 10 lbs., estuve solita en unidad C-19 por cinco días. Al salir, nuestro bebito estaba bien, pero en las citas siguientes su corazón se debilitó y para final de agosto no latió más. Al recibir la noticia, sé que algo se rompió en mi corazón, como una grieta. Me tocó hacer trabajo interior y terapéutico, pegarme de Dios que siempre ha sido mi sostén. Aplicar en mí las herramientas que uso en el coaching con mis propios clientes. Llegó el tiempo donde ya mi cuerpo estaba recuperado para volver a abrirnos a que Dios nos mandara otra vida, y casi de inmediato, sin pensar que sería tan rápido, quedé embarazada de nuevo. El primer trimestre estuvo lleno de miedos, un duelo no acabado por ese otro bebé que está en el cielo e incluso preocupaciones porque estuviera bien, cosa sobre la cual no tenemos el control. Es donde participo de una actividad llamada Café con Huellas de la fundación Huellas de Ángel. Hoy espero a Tomás con ansias que llegará a nuestras vidas en septiembre, los miedos están, pero la alegría de ser mamá de este segundo hijo puede más que cualquier miedo, y su hermanito intercede por él”. ‘AMELIE ES UNMILAGRO DE DIOS’ Gladys Ríos ENTRE NOS ELLAS ENTRE NOS

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