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17 27.05.2022 Ellacomentabaque lacondiciónmásdifícil paraunapiedraen los riñones es estar embarazada. Pasaron dos semanas y al final la piedra salió naturalmente. LLEGÓ EL SEGUNDO TRIMESTRE El 14 de abril, empezando el cuarto mes de embarazo, la pareja lo anunció en sus redes sociales. Familiares y amigos ya lo sabían y mucha gente a su alrededor lo había notado. “Yo tengomás antojos que ella”, contesta Javier cuando le preguntan cómo vanconestetema. “Enelprimer trimestreaveces se sentíacansada, aveces comía, le daban mareos [se le bajaba la presión]. Yo decía ‘su cuerpo está pasando por cambios, no hay que asustarse’. Trataba de mantener la calma y estar ahí más como una voz de aliento”. Las amistades -y Google- les decían que enel segundo trimestre el estadode ánimo sería diferente y que ella estaría más llena de energía, y así ha sido. “La verdad empezó difícil, al principioyoestabaasustada, eraunaemoción pero al mismo tiempo susto con todo lo que me estaba pasando. Después, eso fueevolucionando,me fui sintiendomás felizy feliz.He tenidomuchaenergía, tener una vida dentro de ti creándose es algo tan maravilloso. Es un privilegio”, describe Irene. La entrevista virtual ocurrió un día antes de esta sesión de fotos, realizada en las instalaciones de El Estudio, y dos días antes del gender reveal. Ellos no sabían el sexo del bebé, pero muchas personas lesdecíanque ibanatenerniña.El domingo 22 de mayo hicieron la revelación de sexo con temática de StarWars (Javier es seguidor de la saga): es una niña. Se llamará Catalina Helena GadpailleNúñez. MAMÁ Y PAPÁ LaexpertaenmodelajeesIrene,pero su esposo Javier, ingeniero electrónico de profesión, se mostró cómodo ante la cámara. La fotógrafa Janin Gaston y la asesora de producción, la también fotógrafaSusanaGow, lecomentabanque lo ibananecesitarparadarleclasesaotros papás en sesiones de fotos. “Él es muy detallista, le gusta las cosasbienhechas, siemprebusca lomejor. Lo veo siendo así con su bebé, dando siemprelomejor.Vaaserunsúperpapá. Esmuy atento”, expresa Irene. Javier, porsuparte, comentaque Irene es muy disciplinada, va a estar pendiente de que el bebé reciba todo el cuidado y cariño, de crearle un ambiente amoroso y que esté rodeado de gente que lo quiera. Está consiente que cuando nazca el bebé es responsabilidad de papá dar amamá el 120%de apoyo y ser un pilar, y crear también ese ambiente de amor. CAMBIOS EN EL CUERPO En 2019, luego de que se comprometieron, en el trabajo de Javier le preguntaban si se iban a casar e iban a tener bebé enseguida. Él les contestó en broma: “‘nombe’, eso está para 2022”. Laparejasecasóenenerode2020.Ya habían pensado el tema de buscar hijos. Ella tiene 34 años y él, 39. Irene confiesa que es vanidosa y llegó a pensar en el cambio de su silueta. “Ese miedo lo he ido perdiendo porque al ver tu cuerpo cambiar de una manera tan bonita y sentir... por ejemplo, en este momento [el bebé] me está pateando, eso es bonito, y te hace cambiar la perspectiva y las prioridades. Esto me ha hecho una mujermás humana”. En cuanto al estilo de vestir, algunas piezas de su clóset las ha adaptado y ha comprado algunas otras comot-shirtsy vestidos en tallas más grande, jeans y shortsdematernidad, leggins. “Quiero seguir siendounamamá fashion. No perder esa parte demi esencia, que me caracteriza y que me mantiene contenta con mi cuerpo y mis cambios”. ‘LA VERDAD EMPEZÓ DIFÍCIL, AL PRINCIPIO ESTABA ASUSTADA, ERA UNA EMOCIÓN PERO AL MISMO TIEMPO SUSTO CON TODO LO QUE ME ESTABA PASANDO. DESPUÉS, ESO FUE EVOLUCIONANDO, ME FUI SINTIENDO MÁS FELIZ’ ELLAS.pa

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