ellas_2021_05_28

10 28.05.2021 CAFÉ CON TECLAS ELLAS.pa [email protected] @cafeconteclas AQUÍ VAMOS DE NUEVO COVID, SEGUNDO ROUND SARITA ESSES N otuvechancedetomarmeelca- fé ni de calentar la silla, cuando recibíelmensajedemihijoCosa #4 diciendo que la prueba de covid que se había hecho unas horas antes le había marcado positivo. Yosoloteníacuatrominutosdehaberlle- gadoa lacabinadeRockN’ Popparael pro- gramaradialdel lunespasado,eltiempojus- to para tomarme fotitos para las redes, ro- ciaralcohol yconectarmisaudífonos.Ugh. ¿Yahora?Faltaban23minutosparasalir al aire. Si esta escena fuera sacada de una película, la canción que estaría sonando de fondosería“ShouldI stayorshouldIgo”,de TheClash. ¿Me quedo? ¿Me voy? ¿Qué ha- go? Prevaleció el sentido de responsabili- dadylavozsabiademiamigaTammy,quien estaba al teléfono repasando conmigo el contenidodel programa. “Vete”,medijo. ¿Y el programa?, “hazlo por Zoom”, me con- testó. En ese segundo me sentí como una niñapiojosaenel recreo. Yoestaba solaen lacabina, perocuando salí por la puerta, veo a lo lejos a Vampiro llegando.Ledigo: “Vampiro,holaaa.Ychao. Me tengo que ir”. Le vi la cara de “no en- tiendo” atrás de la careta y sus dosmasca- rillas. “Mi hijo acaba de salir positivo en co- vid,ycomoestuveencontactoconél,mejor me voy a la casa a aislarme”. No sé si son ideasmías,perojuraríaquediounpasitoca- si imperceptible hacia atrás. La persona másobsesivaqueconozcocontodoel tema pandémicoesVampiro, asíquedesdeacá le pidodisculpasporel sustito. Faltaban21mi- nutospara la 1:00. Nomepreguntencómo, lleguéami casa a las 12:47, very confundida y acelerada. No sabía si tocar base conmis hijos primero o resolver lo del programa. Ganó el progra- ma. A diferencia de diciembre, que fue la primera vez en que el covid tocó a nuestra puerta, enestavueltanocundióel pánicoy hubo cero drama. Pero increíblemente, en ese breve lapso, Gabriel ya se había insta- lado nuevamente en la sala, con su ropa, almohadas, juguetes y sábanas. Todo con tal de estar lomás lejos de un posible con- tagio,sinimportarquelanocheanteshabía compartido un sushi con su hermano. Oh, well… Iba a conectarme al Zoom por la com- putadora, hastaquemeacordéquenoten- gouna.Osea, tengouna,peroselaprestéa mi hijo mayor, así que para efectos prácti- cos, no tengo nada. Así que a usar el celu- lar. Busqué mi mesita, busqué los audífo- nos, busqué el adaptador, me conecté al Zoom y me asusté cuando vi humo en la cabina, hasta que caí en cuenta que no se estabaincendiando, sinoquelaestabanfu- migando. ¡Ay! Nosécómo, pero todavía te- nía mi termo de café –el que no me había tomado-amano.Desconectélosteléfonos, que nunca suenan, pero estoy segura que ese día no hubieran parado, y amenacé a todosenmi casaparaquenohicieranbulla nime interrumpieran. Ahoraque lopienso, agradezco que a los vecinos de arriba (¿o seránlosdeabajo?)nolesdioporponersea taladrarnimartillar. En fin, el programa quedó muy bien, y una vez terminamos, muté a modo “ma- má”. Afortunadamente todos mis hijos se sienten bien. Escribo esto en el día tres del aislamientopreventivoy esta sigue siendo unahistoriaendesarrollo…

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