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30 16.04.2021 ELLAS ENTRE NOS Envía tus inquietudes y preguntas a: [email protected] DEL DIARIO DE MAMÁ TODO TIENE SUS VENTAJAS JULIETA DE DIEGO DE FÁBREGA E n esta vida todo tiene sus ventajas. Es algo que confirmo a diario. Ocasionalmente, nos pasamos largos períodos de tiempo (en al- gunos casos media vida o la vida entera) pensando que una situación, rasgo o carac- terística es “malo”, hasta que algún evento detona en nuestra mente la iluminación y con ella viene el cono- cimiento pleno de que la tal “cosa mala”, no era tan mala nada. Yeso se aplica a todo en la vida. A lomás sencillo y a los misterios existenciales del universo. Por ejemplo, enmi familia siempre se ha tocado el tema de las “ore- jas grandes” como…bueno, como sehablade las orejas grandes.Yquesi tal ocual esorejónyquesi laotrasalió al bisabuelo “con las orejas grandes” y demás comen- tarios que van de burlones a peyorativos. Este tema jamás lo he oído mencionar en la familia de mi esposo. Allá, puede que hablen de narices oca- sionalmente, pero no de orejas. De hecho, mi marido luce unas muy distinguidas orejas pequeñitas que se podría decir que en el universo de esa parte del cuerpo sonbonitas. Seguro,mañanamematapor estecomen- tario pues no faltará un amigo que lo llame para “jo- derle lapaciencia”, perdonen la expresión, pero si no la digo así, no sabría cómo decirla. Entonces, miren lo que sucede ahora en tiempos de COVID… hay que andar con mascarilla ¿cierto? Pues bien, los obedientes aquí, la usamos cada vez que sa- limos a caminar, que por cierto es la única actividad fuera de casa que tenemos. Yome trabomi chéchere y mis buenas orejas grandes y fuertes la sostienen de maravilla. No me molesta, no se me mueve, no se me corre, no me tengo que poner ningún aditamento adi- cional para sostenerla, en fin,mimascarillayyo somos felices. Mi pobremarido, por el otro lado, no tiene lamisma suerte. Sus elegantísimas orejas de lord inglés no son tan resistentes como las mías y se doblan hacia ade- lante, el elásticode lamascarilla se resbala y escapade zafarse cada quince minutos, razón por la cual el ne- cesita ajustársela con frecuencia para asegurarse de que no se va a escapar de su sitio. Así las cosas, hemos confirmado, que tal como ex- presé al principio de este texto, todo tiene sus ventajas y uno sencillamente tiene que aprender a valorar cada cosa en su justamedida y a darle elmérito quemerece. Yo, por ejemplo, siempreme he quejado de que no ten- go buen olfato, lo cual, por supuesto, impide que sea unabuena catadorade vinos yde otras especialidades, sin embargo, cuando el ambiente está plagado de olo- res desagradables yo soy feliz pues no huelo absolu- tamente na-da. Pies delicados nome repartieron, oquizás sí yyo los dañé en el camino, no estoy segura, pero les puedo de- cir que soy capaz de caminarme un río entero de prin- cipio a fin, descalza, sin sentir ni la más mínima mo- lestia. Estahabilidadresultamuyprácticacuandouno anda de aventuras por el mundo. Loquequierodecirlesesquecadavezquetengamos ganasdeautocriticarnosnosdetengamos apensarpa- ra qué puede servirnos en el futuro eso que vamos a enjuiciar. “ Uno sencillamente tiene que aprender a valorar cada cosa en su justa medida y a darle el mérito que merece ”

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