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34 26.03.2021 DEL DIARIO DE MAMÁ ORDEN, SEÑORES ORDEN JULIETA DE DIEGO DE FÁBREGA L a vacunación progresa. Los que tienen inte- rés en recibir el líquidomágico vanabuscar- lo y los que consideran que es parte de un complot paradominar a lahumanidadycon- vertirnos a todos en robots, se quedan en su casa… o no. Porque ya sabemos —o estamos confir- mando—que, al panameño, en general, le da comezón estar en casa y, a la primera oportunidad que tiene co- rre ‘pa´ fuera… pa´ la calle’. Solo espero que los opo- sicionistas no se arrebaten a última hora y salgan vo- lados a colarse en la fila de vacunación cuando no les toque. Aunqueestoy felizcon lanoticiade lavacunaciónno puedo dejar de pensar en que, como todo, tiene su lado difícil. En este caso el exceso de confianza que puede traer a los ‘mediovacunados’, es decir, a los que solo tienen una dosis de la vacuna o, incluso, una segunda reciénpuesta.Porque, así comonosgustalacalle,prac- ticamos la lectura selectiva, esa que nos lleva a pasarle porencimaaloquenonosgustayquedarnossoloconel párrafo que nos permite hacer lo que nos da la gana. Ynoesqueuno tienequequedarseencasaotroaño, no señor, pero si es importante que se nos grabe en algún ladodel cerebroque lapandemiano termina con la vacunación, menos si esta no logra cubrir a un por- centajede lapoblaciónsuficientementegrande.Eseno parece ser el caso en Panamá donde gracias a Dios la cultura de vacunación estámuy bien arraigada. Los médicos/epidemiólogos y demás profesionales expertos en lo que a pandemia se refiere se están que- dando roncos de tanto repetir que, aun cuando este- mos vacunados, los cuidados ymedidas preventivas se TIENENque seguir aplicando. Yestas recomendacio- nes lomás probable es que semantengan vigentes por lomenos por un añomás. Queunopuede salir a los restaurantes ¡claroque sí!, que el supermercado puede volver a su estado original de ‘destino favorito’ ¡sinduda!, quevolveremos aviajar ¿por qué no?El asunto es que todo hay que hacerlo con las precauciones recomendadas. Quizás debemos pe- gar en la puerta de la casa un cartel que diga “quien no vive aquí no es parte de mi burbuja” de forma tal que cuando un hijo o nieto pase de visita se le exija que use su mascarilla y, si vienen a comer, que se sienten en la otra cabecera mientras disfrutan del banquete. Son tonterías, lo sé, pero son tonterías que pueden salvar- nos la vida. Estamos viendo que varios países de Europa han “vueltoacerrar”.Estriste,peroesocerraromorirylos nuevos confinamientos, en la mayoría de los casos re- gionales, se deben principalmente al exceso de con- fianza de los ciudadanos al aprovechar los permisos otorgados por autoridades gubernamentales. Estáclaroquetodosqueremossalir, nohaymisterio en eso. ¿Cómo no vamos a querer salir luego de un año de vida quasimonacal? Sin embargo, conviene que ha- gamos esto con orden y disciplina, como cuando for- mábamos filapara ira laclasedegimnasiaoparasubir a los buses escolares. De lo contrario las advertencias pueden convertirse en realidad y ninguno quiere que eso ocurra ¿cierto? “ Practicamos la lectura selectiva, esa que nos lleva a pasarle por encima a lo que no nos gusta y quedarnos solo con el párrafo que nos permite hacer lo que nos da la gana ” ELLAS ENTRE NOS Envía tus inquietudes y preguntas a: [email protected]

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