ellas_2021_03_12

6 12.03.2021 POR LA SOMBRITA ELLAS.pa [email protected] MIS PRECIOSOS LÁPICES COLLEEN AUNQUE LOS ÚTILES ESCOLARES HAN CAMBIADO BASTANTE EN PRECIO Y DISEÑO HAY UNO QUE PARA MÍ NO TIENE SUCESOR. ROXANAMUÑOZ T odavíanopuedocreerqueuncuadernode200 páginaspuedacostarcasi4dólaressinquena- diesedespeluqueporeso. Hace varias vidas, cuando fui yoa laescue- la, los cuadernos de 96 páginas costaban 25 centavosylosde200páginasnollegabanaun dólar. Alcancé a ver los cuadernosAngelito y JeanBook pero incluso esos costaban tres veces menos que los cuadernos de hoy que son plastificados, con figuras au- toadhesivas, con personajes de series o películas y con cuanta morisqueta se les ocurra a los fabricantes para encarecerlos. ¡Perosiguensiendocuadernos! Yenesta temporadaescolar enque lamayoríade las tiendas, con razón, están vendiendo lo que no se vendió en la temporadaescolar 2020, a veces nohaymuchode dóndeescogerentrecaroymáscaro. Almenosenmisrecientes exploracionespor losaho- ra poco concurridos departamentos de útiles escolares he vuelto a apreciarmis lápices de colores favoritos: los collenn. Bueno, tampocosonbaratos. Ya me parece escuchar las voces de protesta. ¿Por quéhagopropagandadescaradadeunproductoeneste espacio?Comodetodosnomecreeránsi lesdigoqueno esesami intención, haréunadefensaapasionadadees- tos lápices. En mis años escolares eran los que todos los niños querían tener. Éramos felices con la caja de 12 colores. Llegaratener lade24o36coloresnosmaravillaba. Todavía me gusta pintar. Aprovecho que se pusieron demodalos librosdecolorearparatodas lasedades.Pin- tarmerelajayel confinamientomepermitióretomares- tapráctica. Aún no he encontrado ningún lápizmejor que los co- lleen. Lo siento. He probado con entusiasmo los queme han recomendado, pero no se comparan en calidad ni intensidadal colorear. ¿Que dónde los compro? En la farmacia Revilla, en El Costo y en la Avenida B. Si saben de otro lugar, avísen- me. Hace poco los vi puestos en las tablillas de un gran almacén, pero solo estaban las cajas vacías. Sí, yo tam- bién puse esa cara. Un letrero indicaba: pida sus lapices en lacajaa lahoradepagar. Fui alláyal pedirmis collenn me preguntaron por la caja. Yo quedé en el aire, pero la señora que estaba detrás demí, a dosmetros de distan- cia,meexplicó: "esquetienequeagarrar lacajavacíadel estanteytraerlaacáparaquese la llenen". No me esperaba eso. Sin embargo, aquí está otra prueba: los colleen siguen siendomuy valiosos. Un poco másy los tienenenunavitrinabajo llave.

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