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34 12.02.2021 CUANDO HAY TONGO ME LA PONGO JULIETA DE DIEGO DE FÁBREGA M e he dado cuenta de que Panamá es el país de “solo cumplo las reglas cuando alguien me está vigilando”. Así, aunque sea prohibido hablar por celular mien- tras uno maneja, si no hay tongo que ponga boleta a la vista, hablo. Y aunque sea recomen- dable cruzar las calles por los sitios y sobre las líneas pintadas para tal fin, si no hay autoridad a la vista ni autos cerquita,me tiro en lamitadde lavíaEspaña con chiquillos en la cadera, en la mano izquierda y un pa- quete colgando del hombro. Sucede pues que un pueblo indisciplinado por na- turaleza —o por falta de educación adecuada— anda por la vida pisando lasmargaritas. El problema es que al enfrentar una situación de pandemia como la que estamos viviendo desde febrero/marzo del 2020 la in- disciplina no se puede permitir y educar a un pueblo malcriado en tresmeses… Y esto es obvio en algo tan sencillo y fundamental como el uso de mascarillas. De las fiestas y escapadas no voy ni a hablar pues no me cabe en la cabeza se- mejante gradode estupidez colectiva. Ycomono lo en- tiendo, mal lo puedo analizar. Si yo les pregunto cuál creenustedes que es el lugar más peligroso hoy en día para quienes están haciendo todo lo posible por no infectarse seguro muchos dirán que el transporte colectivo o los sitios de expendio de alimentos enaquellosdías enqueel gobierno irrespon- sablemente distribuye el reguero de bonos de compra entre la población, en lugar de sentarse a crear unpro- gramita (que cualquier tonto en Excel puede armar) para que la repartición sea escalonada y no se formen aglomeraciones fuera de control. Porque, señores, si mi familia tiene hambre y me dan dinero, yo salgo por ahí mismo a comprar comida. Esciertoqueestos lugaressondealtoriesgo,perose han puesto a pensar en lo peligrosos que son los re- sidentes de los PH (ajá esos que viven en el mismo edi- ficioqueusted) yquehandecidido rebelarsecontra las mascarillas por quién sabe qué tonta razón y además piensanque lasáreascomunesdel edificiosonpartede su casa. Estos personajes suben a los elevadores sin protección, caminanpor el lobby, por losgarajes, por el área social, felices como codornices, dejando sus go- titas de virus por dondepasan. Y losPHtienen reglas y son estrictas, pero quienes sienten que tienen corona, sencillamente no las cumplen En los parques también ocurre. Cierto que son abiertos y que eso disminuye el riesgo, pero aquellos que optanpor usar los senderos para correr o caminar tienen que entender que se van a cruzar con otros que hacen lomismoyque ladistanciaalmomentodel cruce no es la apropiada. Y ahí los ve uno, con la mascarilla colgando enel cuello, o cubriéndoles solo laboca y ape- nas divisanal policía… ¡saz! Se la suben. ¡Ajá! Yel resto del tiempo…manda bolitas, manda bolitas. Y protestan por las restricciones “porque no las aguantan”. A nadie le gustan, pero mientras los disi- dentes “se la rifen” los obedientes seguiremos jodidos. Y mientras los que “mandan” sean los primeros vio- ladoresde lasreglas,puedenregañarnosportelevisión tres veces al díayhastacuatro, peromientrasnodenel ejemplo y la población no entienda que el castigo no es una multa sino la muerte tendremos pandemia para rato. “ Y ahí los ve uno, con la mascarilla colgando en el cuello, o cubriéndoles solo la boca y apenas divisan al policía… ¡saz! Se la suben. ¡Ajá! Y el resto del tiempo…manda bolitas, manda bolitas. ” ELLAS ENTRE NOS Envía tus inquietudes y preguntas a: [email protected] DEL DIARIO DE MAMÁ

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