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17 12.02.2021 ‘LOS CHATS PASARONA LLAMADAS DE DOS HORAS’ Se suponía que Óscar y yo nos conoceríamos en 2019 por una amiga en común, pero el en- cuentro no fue posible. Resulta que tratar de encontrarte con alguien durante una Jornada Mundial de la Juventud no es tan sencillo. No fue hasta julio de 2020, cuatro días des- pués de mi cumpleaños y por una confusión de eventos online, que nos reconectamos por Ins- tagram. ¿Mi primera impresión? Demasiado serio, pero algo en mí dijo que debía seguir respondiendo sus mensajes... para cuando cruzamos de Ins- tagram a Whatsapp, la magia hizo su parte. Resultaba que teníamos muchas cosas en co- mún (como el amor a Star Wars y al tres leches) y con un par de días d contramos confianza en el otro. En chats pasaron a ser llamadas de d luego. de cuatro horas y cuando hi mera videollamada yo moría del p él me hizo sentir que estaba en el l dicado. Ninguno de los dos frenó, como to perfectamente, y fue más sencillo esperado decir que nos gustábam Cada bendito paso que dábamos e mostrar lo que sentíamos cayó co anillo al dedo y nuestros fines de s se convirtieron en noches de pelíc ries, llamadas y todo lo que nos m conectados. Él es de El Salvador (detalle que de cho antes) y yo soy de Panamá. Siete meses después estamos más fuertes que nunca y él tienen su boleto aéreo listo para venir a visi- tarme. ¿Es algo convencional? Naaaah... ¿Pasa con frecuencia? No lo sé... ¿Estoy feliz? Estoy se- gura de que encontré al amor de mi vida. Gra- cias, pandemia por eso. +Mariee Gómez Nos conocimos en la escuela, se- gundo grado, 1993. Nos llevábamos bien y aparentemente nos sentába- mos cerca, porque los dos tenemos un recuerdo de que nuestros pues- tos estaban cerca del pupitre de la maestra. Él me contó que siempre se acuerda de una vez que nos encontramos en el supermercado, nos saludamos y un cartucho con uvas (molestando). De ahí más nunca quedamos juntos, no nos volvimos a hablar y unos años después, él se cambió para otra escuela. En 2000 lo volví a ver, de lejos, un par de veces en la escuela (en horas de clases), y siempre me pregunté qué hacía ahí si ya no estudiaba en el mismo colegio. 2018 se abrió un grupo de What- pp para la celebración de nues- os 15 años de graduados y volví a ber de él. Siempre me llamó la ención que era muy participativo el grupo, mientras yo solo entra- a leer los chats. Él fue a la reu- ón de la escuela, yo no. Una vez e apareció como sugerencia en des, pero no lo empecé a seguir e dio pena). agosto de 2019 le aparezco como gerencia en Instagram y no dudó enviarme la solicitud. Por un ertijo que él colgó en sus histo- as fue que tuvimos nuestra prime- conversación en 16 años. A partir ese día comenzamos a interac- tuar esporádicamente en redes. Con la llegada de la pandemia tenía más tiempo libre y yo me conectaba más en las redes sociales. Un día él encontró entre sus cosas una foto carné de cuando estaba en segundo grado y la publicó en Instagram co- mentando que no recordaba el nombre de la maestra; yo le respon- ‘YO ERA LANIÑAQUE LE GUSTABA EN SEGUNDO GRADO’ dí. En medio de la conversación le escribí que me sorprendió que al- guien de la escuela se acordara de mí, ya que era un poco callada, y es aquí donde me contó la historia de la vez que nos encontramos en el supermercado. A finales de 2020, con el levanta- miento de la cuarentena, quedamos de ir al parque a caminar porque yo quería hacer ejercicios, sin saber que se trataría de nuestra primera cita. Y es que, según me contó se- manas después, yo era la niña que le gustaba en segundo grado. Por eso siempre se acordó de mí, de la historia del supermercado y algu- nas otras cosas más. Desde el día uno hicimos química. Las horas se nos pasaban súper rá- pido. Los cuentos nunca terminan, siempre tenemos qué conversar y de qué reírnos. Y aunque tenemos cosas en común, también tenemos muchas cosas que nos diferencian. Nos complementamos en varios as- pectos y ahí encontramos el balan- ce de nuestra relación. Justo cuando yo menos me imagi- naba que podía conocer o empezar a salir con alguien, por todo esto de la cuarentena y los encierros, apa- rece él. Y él quizás nunca pensó que se reencontraría con su crush del colegio y comenzaría a escribir una historia a su lado en los tiempos más extraños que hayamos podido vivir. +Ytzulem Guerrero Jipsion ELLAS.pa

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