ellas_2021_01_29

8 29.01.2021 POR LA SOMBRITA ELLAS.pa [email protected] CON JUANGA EN LA SALA DE MI CASA TANTO TIEMPO EN CUARENTENA ME HA OBLIGADO A CONOCER MUY BIEN LA BULLA, DIGO, MÚSICA QUE LE GUSTA A MIS VECINOS. ROXANAMUÑOZ H ace unos días pasé toda la tarde con el can- tante mexicano Juan Gabriel en mi casa. Obligada,porsupuesto. Despuésde Hastaqueteconocí , Perdo- na si te hago llorar y Abrázame fuerte se despidió, como suele hacer, con la congoja infinitade Amoreterno . Por supuesto yo no estaba triste, estaba aliviada. Me habría gustado que se fuera antes, pero no tenía ningún control sobre eso porque fueronmis vecinos quienes lo metieronenmi apartamento. Ese día tuve suerte. Mi único visitante fue Juanga. Otros días tengo aquí en la sala a Carlos Vives, Freddy Mercury, Yuri yhasta FernanditoVillalona ¡Habíaolvida- do por completo a Fernandito! Me sentí en el asiento de atrás del busito colegial que me llevaba al IJA, Instituto JustoArosemena, dePaitillaen losaños 1990. CuandoelGobiernoanunciacuarentenatotallosfines de semana, lo que algunos de mis vecinos entienden es bullatotal. Subena todovolumensumúsica, y losmueblesdemi casareverberan. Enelmejorde loscasos,mi hijamedice ‘vamos a bailar, mami’. Tengo que aceptar que a veces aciertan. Pero lamayoríade lasvecesse lespasa lamano. Undía, después de cuatroo cincohoras de escánda... digo,melodías,elguardiadeseguridadsubióatocarlesla puerta... Pudeoír como les rogabaapagar lamúsica, a lo queellos respondieronconvozalegrequeensupaís era el Día de laMadre y lo estaban celebrando. El agente les replicó: “es que son pasadas las 11 de la noche ymañana losvecinos tienenquetrabajar”. Antes de que alguno insinúe que tenían que ser ex- tranjeros armando semejante alboroto, les aseguro que no es así. Con frecuencia el silencio en mi casa sale hu- yendopor el ‘¡cómogozo!’ deSandraSandoval yel acor- deóntípicodeUlpianoVergara. Las canciones no solo vienen demi edificio. También deledificiodeenfrenteydelqueestáal lado.¿Porquéno gozansumúsicasolos? Admiro la resistencia que tienen para bailar y cantar todalanoche.Alas8:00a.m.cuandoal finhacensilencio y se duermen —creo—, siempre me pregunto: ¿qué tal si ahora soy yo la que empieza con la música? A ver si les gusta.