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10 16.10.2020 POR LA SOMBRITA ELLAS.pa [email protected] ROXANAMUÑOZ Hasta los más callados y silencio- sos, como yo, sabemos del valor que tiene interactuar, y no solo con la fa- milia, colegasoamigos. Hablodeesagentequesecon- vierte en parte de nuestro día. Losdesconocidosconocidos. Aquel que te vende el perió- dico, la señora que vende em- panadas, la muchacha amable de la panadería. El que sale a pasearel perroa lamismahora quevasparael trabajo. Sumo a mis defectos el de noaprendermelosnombresde esas personas. El resto de mi familia sí lo hace, y me alegra quemihijasepaelnombredela señora de la lavandería y de quiennosvendeel periódico. Saludar, bromear, reconocernosesnecesario. Como siempre, los niños loentiendena laperfección. Mihijasalealparqueyregresaconcuatroamigos.Quizás no los vuelva a ver. Pero cuando se encontraron por pri- meravezsupieronqueteníanquesaltar, reírydeslizarse juntos. Ni elmejor ymás colorido tobogánesmuydiver- tidosi se juegasolo. Poresonomesorprendelagentequehablaenlaparadao lasseñorasqueentablanconversaciónconelde fruta ‘¿está maduro?’‘¿sabedulce? ’.Somosseressocialesesodifícilmen - tenoslovaquitarelvirus. E n julio llevé ami mamá a hacerse unas labora- toriosmédicosderutina.Tresmesesllevabasin ir al mercado ni a comprar sus billetes de lote- ría. Sé cuánto le encanta a ella salir a ‘coger fresco’ el fin que identifica para sus vueltas. Yolamentabaquesuprimerasalidafue- ra a que le tomaran una muestradesangre. El ambienteenel labora- torio era aúnmás serio. Ca- ras bajas. Tapabocas. Rece- lo por un roce involuntario. Mientrasyoenlacajahiceel trámite previo, mi mamá quedó en la sala de espera con sillas de por medio en- tre lagente. Pronto ella conversaba con alguien. Luego, cuando la fueron a pinchar la escu- ché reírse con la laborato- rista. Al irnos sedespidióde la señora de la caja quien animada le devolvió el saludo. Amí de milagro me miró mientrasmecobraba. Cuando íbamos de vuelta noté cómo esa salida la ha- bía inyectadodeenergía. —Mamá, ¿ustedconoceatodaesagente? —Claro, sonmisamiguitas.Yovengosiempre. ¿Quémáspodríaesperar?Mimamáesconversadora, conoceysaludaatodos. QUE GANAS DE HABLAR CON DESCONOCIDOS ESOS ENCUENTROS FUGACES ENRIQUECEN NUESTRO DÍA, AUNQUE NO NOS DEMOS CUENTA.

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