Ellas_20200814
10 14.08.2020 CAFÉ CON TECLAS ELLAS.pa
[email protected] @cafeconteclas EL MENOR DE DOS MALES LA PANDEMIA PUEDE FULMINAR EL CUERPO, PERO LA INJUSTICIA ANIQUILA LA RAZÓN. SARITA ESSES N o conozco a Andrés, pero puedo imaginármelo empe- zando sus días cuando los primerosrayosdelsolganan la carrera por brotar del ho- rizonte. Más por hábito que por apuro se le- vanta. La cuarentena sigue vigente, el día es largo y las pailas están vacías. Por eso, cuando lo llaman para ofre- cerle un camarón limpiando abanicos de techo, lámparas y ventanas, acepta. La pareja que lo contrata ofrece sacarle un salvoconducto, pero declina. Tener salvoconductosignifica renunciar al va- le digital, un vale que jamás le ha llega- do, pero para algo sirve la esperanza. Andrésapiñótreshorasdetrabajoen las dos horas permitidas por su número de cédula. Le pagaron$20, con los que pensaba comprar los medicamentos para la es- palda de su padre mayor, y comida para suhijo de 10años. PerosaliryvolveraSantaLibradade- mora más que las mezquinas dos horas queel Gobiernonosda. Cercadesucasa lo detuvieron en un retén, donde le pi- dieron coima para no llevarlo preso. Tuvo que sacarse el pan de la boca y entregar los $20que se había ganado, y encima endeudarse con el compadre que fue a rescatarlo. Son tiempos duros y ningún policía que se respete acepta solo$20de coima. Letocaráasupapátolerarel dolorya su hijo aguantarse el hambre, porque porsucasatampoco llegan lasbolsasde comida. Y al escuchar esta historia me quedo pensando que hemos estado tan ocupadosevitandoqueel sistemadesa- lud colapse, que no nos percatamos de todaslasotrascosasquesenoshandes- baratado. El orden ciudadano, el sentidode jus- ticia, la responsabilidad social son da- ños colaterales de esta épica batalla. La pandemia aventó nuestra norma- lidad contra la pared, y como un frágil cristal se rompió enmiles de pedazos.
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