17jul-EllasFlipping

8 17.07.2020 CAFÉ CON TECLAS ELLAS.pa [email protected] @cafeconteclas Y LLEGÓ MI LIBRO CURIOSAMENTE, AL CABO DE NUEVE MESES. SARITA ESSES F altaban 10horas. Los nervios no me iban a dejar dormir, ni aco- modándomedeunlado,nigiran- dohaciaelotro. En 10 horas me entregarían milibroyyateníaeldespertador puesto, aunque por supuesto eso estaba demás. No hay forma de queme hubiera quedado dormida, si al parecer el proble- maeraqueme ibaatrasnochar. ¿Qué tal si llega con hojas en blanco? ¿Qué tal si en la imprenta se saltaron una página?¿Quétalsiporalgúnmotivoinex- plicable las ilustraciones terminaron acompañando la columnaequivocada?Y si detecto errores de ortografía, ¿cómo voyapodersuperarlo?¿Esposiblequemi nombre lleguemal escrito?Hasta guéapensar. Publicar un libro es bastante p cidoa tener unhijo: tehaces va- riosultrasonidosyencadauno eldoctorteaseguraquetodoes- táperfecto,perohastaquetube- bé no salga al mundo y le cuentes 10 dedos en las manos y 10 dedo en lospies, noestarás tranquila. Soloqueacánohubomonitores,so- lo llamadas por Zooma Colombia, y ver a lolejoslaspruebasdecolorparavercómo ibaprogresandoel embarazo, quedigo, la impresión. A lamañana siguiente estuve lista an- tesdelahoraestipulada.Llaméalmucha- chodelacarreoparasondearporcuálpar- te del trayecto desde Tocumen hasta mi casa iba.Una llamada, dos.Nomecontes- taba. Le escribí y resulta que estaba demo- rada la cosa. No había ni salido del aero- puerto,peromedijoquenomepreocupara. Calculabaqueenmediahorayaestaba. Requiere pericia bordear el límite entre ser intensa y mostrarse entusiasmada, así quemecontuveporunahora,peronada.Le escribí denuevoymemandóunvideode la fila para retirar la carga en el aeropuerto. “¿¡Qué!? ¿Todavía está ahí?”, exclamé en mi cabeza. Yo que pensaba que ya estaba encamino… Poco tiempo después, mi hijo entró al cuarto. “Mami, no te ves emocionada”, me dijocuandomevioacostadamirandohacia el techo. “¿Emocionada?¡Estoytratandodecon- tener unataquedeansiedad!”, lecontesté, mientrasrespirabaprofundo, contabahas- ta 10ysoltaba. Así nos fuimoshastapasada las3:00de latarde,enquerecibíporWhatsapplascua- tro palabras más emotivas que leí esa se- mana: “Ya voy en camino”. Después de es- tar monitoreando la situación como quien cuenta centímetros, esto fue como pasar del áreade labora lasaladeparto. Y finalmente llegó mi libro. Hubo risas, emoción, abrazos y una que otra lágrima asomada.Unlibroesfrutodelasideasdetu intelecto, la lírica de tu imaginación y los sentimientos de tu alma. Es una extensión detimisma. Tomarlo en tus manos, recorrer la por- tada con tus dedos, acariciar sus páginas y olerlo,eselmomentoculminantedemeses degestar tuobra. Esa noche dormí feliz, pero agotaba. Tranquila de que mis libros reposaban se- renos, enmúltiplescajas, enmi sala.

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