Ellas_20200626

6 26.06.2020 POR LA SOMBRITA ELLAS.pa [email protected] LAS COSAS DE LA ABUE A VECES, ME PARECÍA QUE NOSOTROS ESTÁBAMOS EN EL FUTURO Y ELLA EN EL PASADO, PERO SU FORMA DE VIDA HOY ME PARECE MUY INTELIGENTE. ROXANA MUÑOZ E scobilla . A lahoradebarrer el patiocon- tábamos con aquella señora flaquísima y espelucada. No lesconfundasuapariencia, pues hacía el trabajo con fuerza. La escobi- lla no tenía etiquetas o marca, ni se conse- guíaen la tiendaoel supermercado; estaba hecha por las manos de mis abuelos, con ramas se- cas.Luego,comprendíqueenlospueblosdelinterior, enlascasamássencillas,sehacenescobillasconmu- chostiposdeplantas. Totumas: Laabuela teníaplatosdemetal esmal- tado,deesosconunaflorrojaenelfondo,yqueconel tiempo se desportillaban y se oxidaban (así se se- guíanusando), pero también tenía totumas queeran vasijas hechas con frutos del calabazo. No faltaba una totuma como auxiliar en la cocina. Y el abuelito tenía una donde comía su yuca sanco- chada con cabezas de pescao’, que parecía te mira- ban desde el plato. Lapiedra. Paraajustar laspuertas, de lacasa o del chiquero, la abuela usaba una piedra gran- dota. ¡Ay! que te machucaras un dedo del pie con ella. Veías estrellas. O ¡ay! que se te olvidara ajus- tar la piedra del chiquero. Aún así, a veces agarrábamos esas rocas para jugar y se convertían en una base de nuestro im- provisado cuadro de béisbol. En la cocina también había una piedra oscura de río, con ella semachacaban ajos y la carne. Estropajo. A la hora de bañarse, el abuelo usabaunestropajo. Nunca recuerdoquenos ofre- cieranalguno, tal vez lo considerabanmuyáspero para losniños de lanuevaera, en los 1980. Cuando crecí me tocó ver ese mismo estropajo glamori- zado en revistas y los spa, también estaba glamo- rizado su precio. Si el abuelo, que recogía los es- tropajos del monte, viera esas pretenciones ha- bría pensado: ‘zoquetada’. Pencas. La palma de coco era una planta que seaprovechabacompleta. Sufrutoservíaparaha- cer arroz con coco. O duros de coco. O cocada. La penca u hoja seca servía para hacer los ranchos, o para cubrir parte del chiquero; la hoja de palma verde¿encuántas fiestas no seusóparadecorar? La estopa que cubría el coco, era guardada en un recipientepara ayudar a encender el fogón. Ycer- ca de ese fogón nunca faltaba un sombrero viejo, pero cuando digo viejo es que podía tener déca- das. Se usaba para avivar las llamas, aunque a mí me parecía que era para abanicar el humo. Reciclaryreusareranpalabrasquemisabuelos no conocían pero las vivían.

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