Ellas_20200605
36 5.06.2020 ELLAS ENTRE NOS Envía tus inquietudes y preguntas a:
[email protected] DEL DIARIO DE MAMÁ COMO PAVAROTTI JULIETA DE DIEGO DE FÁBREGA P ormi barriopasaadiariounseñorquevende bollos. Buenos, por cierto. Tiene además otros productos de maíz de esos que suelen vivir en el mismo platón que los bollos y que surgen pienso yo de aquellas mazorcas que resultan no ser tan nuevas como el resto. Tiene tor- tillas, torrejas y otras cosas. Tiene días para pasar por las mañanas y otros en que lo hace por la tarde y alguna vez me dijo cuál era cuál, pero amí seme enreda ese calendario. El caso es que no hace falta saber pues su pregón es tan conocido y a tal volumen queme recuerda a un cantante de ópe- ra. Cuando lo escucho pienso que debe haber recibido entrenamiento enproyecciónde voz, como los artistas de teatro o los mencionados cantantes, porque si esa llamada saliera de su garganta hace rato se hubiera quedado afónico de por vida. De verdad que es impresionante. Yo vivo en un dé- cimo piso, que sumados estacionamientos y demás equivale como a undécimo quinto y lo escucho como si estuvieraparadoalladomío.Yustedespensaránquelo oigo cuando está justo frente ami edificio. No señor, se oye a tres calles de distancia. Es más, muchas veces cuando he bajado a comprar tengo que preguntarle al guardia de la garita que por dónde anda pues su voz no se aleja, solo su cuerpo. Debodecir,quesibienescierto,quelaproyecciónde suvozme impresiona, loque realmente admirode este personaje es su tesón, su empeño, su constancia, su perseverancia. No falla un día, su producto es siempre de muy buena calidad, no lo ahuyentan ni el sol raja- tabla ni los aguaceros de mayo ni el coronavirus ni na- da. No sé como se llama, aunque debería pues lomenos quehedebidohacerdurantealgunademis compras es preguntarle su nombre, pero quién iba a decir que ese arrepentimiento aparecería ahora, durante el encie- rro. Claro, uno con tiempo y silencio para pensar va haciendouna listade cosas que debióhaber hecho yno hizo. Enmilibroestehombreesunciudadanomodelo.Un hombre que se gana la vida honestamente con el oficio que sabe hacer. Si hubieramás como él, otro gallo can- taría enestepaís. Simás personas estuvierandispues- tas a trabajar en lugar de sentarse a esperar a que el gobierno les diera un subsidio de algún tipo, si más pa- nameños entendieran lamaravillade ser autosuficien- tes, el orgullo de alcanzar una meta, la satisfacción de saberse útil, Panamá sería un paraíso. Nuestro país tiene todo lo necesario para ser un pa- raíso, para borrar desigualdades, para educar a su po- blación, para recibir visitantes, pero no hay voluntad parahacerloporque el tiempopara robar espocoyhay que aprovecharlo. Y de verdad les digo que si pudiera escoger entre pasarme un día junto a un diputado o a estevendedordebollos, preferiríadiezaunosentarme con el vendedor de bollos pues estoy segura que de él podría aprender valiosas lecciones. De un diputado… “ No falla un día, su producto es siempre de muy buena calidad, no lo ahuyentan ni el sol rajatabla ni los aguaceros de mayo ni el coronavirus. ”
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Nzk3OTIx